¿Nuevo Orden Mundial? Hay vacuna.

Decía el obispo Munilla que la religiosidad popular -y se refería en concreto a la Semana Santa en Elche- es como un dique de contención frente a la secularización. Yo también, viviendo las Semana Santa de este año en la Sierra de las Nieves de Málaga, he comprendido que la religiosidad popular es verdadera evangelización.
El obispo Munilla dice que estas prácticas deben culminar en los sacramentos, deben llevar a ellos. Estoy de acuerdo, desde luego, pero creo que no se puede meter prisa. Muchas personas tardarán años en dar el paso. Habrá que tener paciencia, y cuidar mucho esta piedad popular, y pedir al Espíritu Santo que haya muchos frutos y cuanto antes. El Espíritu tiene sus tiempos que nosotros no entendemos. Pero a la vista está que esos actos de piedad, tales como procesiones, romerías, pasiones… están llenos de gente con fe, también hay quienes van por puro turismo, pero también para ellos pueden ser ocasión de un encuentro con Cristo. Y me llama la atención la presencia de muchos niños, y cómo para ellos suponen un gran instrumento de catequesis…
En la procesión de la Virgen del Rocío por el poblado, cuando la gente detecta la presencia de un sacerdote, lo levanta sobre la multitud y lo coloca delante de la Virgen para que incoe la Salve. Evidentemente eso es un gesto de fe, de piedad y de respeto al sacerdote.
Me viene ahora a la memoria la gran cantidad de procesiones de la Virgen del Carmen en innumerables puertos de pescadores de todo el litoral.
Incluso en Pamplona los que van a correr delante de los toros se encomiendan públicamente a san Fermín.
Posiblemente un intelectual prefiera “dar razón de su esperanza” -como enseña san Pedro- escribiendo un ensayo, dando una conferencia, interviniendo en un debate… como han hecho los intelectuales cristianos desde los tiempos de los doce apóstoles o de san Pablo, o desde los tiempos del filósofo y orador laico san Justino. Pero la gente sencilla quizá prefiera estas manifestaciones más gráficas y más a su alcance.
Si es que incluso en la misma Alemania hay un pueblo donde se hace la representación de la Pasión de Cristo más grande del mundo. La Pasión de Oberammergau, en Baviera. Actúan unas 2000 personas de los 5000 habitantes del pueblo, y es un verdadero acontecimiento.
¿Tienes fe? ¿Quieres que tu fe se note en toda tu vida, sobre todo en cumplir discretamente tus obligaciones familiares, civiles etc.? ¿No quieres ser un hipócrita exhibicionista? Perfecto, pero ahora tiene mucho valor participar, con verdadera fe, en esas manifestaciones de religiosidad popular, no para lucirse, sino para confesar nuestra fe en estos momentos de secularismo agresivo.
Le escuché a un hombre sabio que la fe del pueblo es el enemigo a batir que se propone el Nuevo Orden Mundial. Así que la fe verdadera plasmada en esas prácticas que aúnan arte, sentimiento y teología, tienen mucha fuerza. Ahí tenemos una vacuna, al menos una primera dosis.