#UNPLUGYOURSELF


-Yo.-
Declaro: Yo uso el móvil para todo: pago el autobús y las compras, veo mapas e itinerarios, me informo sobre el tiempo, hago fotos, oigo mi música, escucho la radio, leo libros y la prensa diaria, oro, envío todo tipo de mensajes, consulto wikipedia, chateo, dicto notas, traduzco de varios idiomas, incluso... ¡hablo por teléfono!.. Estoy conectado las 24 horas del día.

-Un colega.-
Pues yo te digo que estás describiendo una forma de adicción, y que, además, vas a ser un ciudadano fácilmente controlado por El Gran Hermano... Ya sabes: “El Gran Hermano te vigila”, como imagina George Orwell. ¿Qué sientes cuando te llega el resumen mensual de Google con tus itinerarios?.. Así que no creas que eres muy moderno, porque las adicciones son antiguas como el mismo ser humano, y el control del ciudadano es otra forma de esclavitud, práctica también ancestral... Sí, la frase “yo uso el móvil para todo” puede querer decir que ya no soy yo el que manda y que soy manipulado, que he perdido el control y ahora me controla otro.

¿Y cómo liberarse de esta tecnodependencia?

Uso el móvil para todo, porque es super cómodo”. Pues sí, es super cómodo, y por ahí te agarra el enemigo. A veces es necesario hacer cosas incómodas para adelgazar, para aprender tu profesión, para rehabilitarse de una lesión, para visitar a un amigo, o ¡para ser libre!..

¿Quién niega que el "smartphone" es algo fantástico? Más todavía, para algunas cosas es insustituible. Pero, como todos los instrumentos poderosos, como la energía eólica, o la energía cinética de los ríos o del mar, es necesario domarlo, someterlo al propio control racional, para que no me domine. Un caso de la historia: cuando en la noche de los tiempos se inventó lo de montar a caballo. Antes de eso todo el mundo se desplazaba caminando. Desde que se aprendió a montar a caballo la gente podía desplazarse a una velocidad mayor, y sin cansarse. Y además, se podían transportar grandes cargas. El hombre había dado un paso de gigante en el tema del transporte y las comunicaciones. El caballo le cambió la vida. Pero antes de utilizar el caballo hay que domarlo, para que aprenda a obedecer y sea yo quien lleva el control, para dosificar la fuerza del animal, etc.

En el ejército cuando utilizabas la radio transmisión para comunicarte, te daban unas recetas de uso. En la suposición de que estuvieras en tiempo de guerra, y, por tanto con el enemigo al acecho, una de las claves para su uso es la “economía de emisión”. O sea, utilizar el radio transmisor sólo cuando es necesario, y el mínimo tiempo posible, porque si no, el enemigo puede interceptar el mensaje y hacerte la puñeta. Pues con el móvil me parece que va bien esta receta: “economía de uso”, así se evita la adicción y también que te controle gente indeseable.

Por qué vas a escuchar la radio a través del móvil (¡qué cómodo!). La radio es un invento relativamente antiguo, pero no ha sido desplazada ni por la tv, ni por Internet. Cualquier persona, con un pequeño y barato aparato de radio se puede enterar de las noticias del mundo, aunque viva en un país totalitario, en un Estado policial, y es dificilísimo detectarlo... se ha demostrado que la radio es un instrumento de libertad... y también emitir noticias de radio se puede hacer de forma bastante barata y difícil de detectar por los controladores de hombres... Las hondas electromagnéticas son más libres que los “datos”. Pero si escuchas la radio a través de internet, estás controlado. Recuerda: “El Gran Hermano te vigila”.

En cada caso habrá que analizar las ventajas y los peligros de usar Internet o un medio alternativo. ¿De verdad que oras con “diez minutos con Jesús”? Jesús oraba en medio del campo en soledad muchas veces, sin medio técnico alguno.

Como tienes Google Maps, ya no usas los mapas de carreteras, pero a veces llegas a tu destino, y no sabes como has llegado... De hecho Michelín sigue vendiendo mapas y a buen precio, porque para hacer un viaje por primera vez, no es recomendable hacerlo sin estudiar el mapa, te puedes perder muchas cosas.

Economía de uso, sí, libera el hecho de apagar el móvil, apagarlo totalmente, y encenderlo en los periodos que uno decida consultar sus comunicaciones... no te pierdes nada, las llamadas quedan grabadas, y puedes contestarlas luego tranquilamente.

Yo comprendo que un policía tiene todo encendido, radio, móvil, correo... porque está atento a las alarmas, y esa es su profesión. Pero cundo se termina su jornada laboral, apaga. Eso es salud mental.

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