"Por un plato de lentejas"
Estrategias globales para la destrucción de la familia, apoyadas por el Gobierno de España
Resumimos aquí algunas ideas de la denuncia del obispo de Alcalá de Henares (España), en su reciente carta del 26 de diciembre de 2014.
Aquel mensaje (...) me ha
hecho pensar en la enorme multitud de españoles, y de otros hijos de
naciones hermanas que, el día 22 del pasado mes de noviembre,
alzaron su voz para pedir el fin de la gran matanza de inocentes
no-nacidos que se está produciendo, desde hace décadas, en España
y en el mundo.
Recientemente el
Presidente del Gobierno de España y del Partido Popular anunció la
retirada de la reforma de la ley del aborto que pretendía “limitar”
cuantitativamente la sangría horrenda de «los niños asesinados
antes de nacer» (Papa Francisco, 25-11-2014), ciertamente un crimen
abominable (Cf. Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 51), un
continuo holocausto de vidas humanas inocentes (San Juan Pablo II,
29-12-1997).
Pero ¿cuáles son los
verdaderos motivos de esta retirada? El plato de lentejas:
ahora un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero
también el acceso a otras cuotas de poder y a la financiación.
Hay que decir que una
decisión tan grave responde a otras exigencias como nos muestra el
documento «Prioridades de España en Naciones Unidas. 69º Periodo
de Sesiones de la Asamblea Plenaria»; documento que se puede
encontrar en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Dichas “prioridades” forman parte de lo que el Gobierno de España
estaba dispuesto a hacer (ya lo venía haciendo en perfecta
continuidad con las legislaturas que le precedieron) para conseguir
un puesto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El puesto ha
sido conseguido, ahora ya sabemos por qué han hecho lo que han
venido haciendo y qué van a seguir haciendo con toda diligencia,
tanto a nivel nacional como autonómico. Entre otras prioridades
dignas de mención, quiero destacar dos de las indicadas en dicho
documento:
a) «Continuaremos
impulsando el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de
niñas y mujeres en condiciones de igualdad y no discriminación por
razón de género, incluidos los derechos de salud sexual y
reproductiva (…)».
b) «Continuaremos
promoviendo el pleno disfrute y ejercicio de derechos por parte de
personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales
(LGBTI) y la eliminación de todas las formas de discriminación
(…)».
Desenmascarando eufemismos
Poniendo siempre por
delante el amor, el respeto y el aprecio a todas las personas, sea
cual sea su condición, es necesario desenmascarar las ideologías
que engañan manipulando el lenguaje.
a) Naturalmente,
condenamos, con toda firmeza, cualquier tipo de violencia contra
niñas y mujeres y toda discriminación injusta, pero ¿qué
significa en realidad “pleno disfrute y ejercicio de derechos por
parte de niñas y mujeres” y en particular “los derechos de salud
sexual y reproductiva”? La respuesta es: promoción de la
anticoncepción desde niñas; esterilización; aborto libre,
químico y quirúrgico, (en España ya son millones los niños
abortados); manipulación de embriones y reproducción asistida
(verdadero «pecado contra el Creador», Papa Francisco, 15-11-2014);
promoción de la masturbación, con programas ya desde 0 a 4 años;
esterilización, con autorización judicial, de personas
con discapacidad psíquica; sustraer a los padres de las
menores la patria potestad en todo lo que se refiere a la
sexualidad de sus hijas; educación sexual obligatoria (teoría y
práctica) de menores, por parte del Estado y según la
perspectiva de la ideología de género, incluso contra la
voluntad expresa de los padres; disminuir la edad legal de
consentimiento para tener relaciones sexuales (en España la edad
legal de consentimiento está ya en los 13 años); apertura a la
sexualidad “intergeneracional”; etc. Buena parte de todo esto
puede encontrarse en los «Estándares de Educación Sexual para
Europa» preparados por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
con el asesoramiento de International Planned Parenthood
Federation –IPPF‒ (Federación Internacional de Planificación
Familiar) y de World Association for Sexual Health ‒WAS‒
(Asociación Mundial para la Salud Sexual), así como en
publicaciones vinculadas a los lobbys implicados.
A todas estas imposiciones
del imperialismo transnacional del dinero – bajo apariencia
de organismos internacionales (públicos y privados) ‒ hay que
añadir ahora, al menos, dos más: 1) El Gobierno de España ha
anunciado que va a reconocer el derecho de inscripción en el
Registro Civil de los hijos de españoles nacidos mediante gestación
subrogada (vientres de alquiler) en el extranjero. Esto no es más
que dar amparo legal a la “trata” de mujeres extranjeras
empobrecidas, con las que se comercia como si fueran “ganado”,
incluso “estabulándolas”, durante el embarazo, en “granjas”
al efecto. Seamos claros, esta abominable práctica no es más que
una nueva forma de esclavitud.
2)El
imperio no cede jamás: siguiendo los criterios de los «Estándares
de Educación Sexual para Europa», “expertas” de Naciones
Unidas “contra la discriminación de la mujer” se han desplazado
a España durante diez días para “recomendar expresamente” al
Gobierno español que las menores de 16 y 17 años puedan seguir
abortando sin consentimiento de los padres: más presiones, no van a
permitir ni un minúsculo paso atrás. España, como buena parte
del mundo, ya no es más que una colonia, al servicio del Nuevo
Orden Mundial, donde se esclaviza a jóvenes y mujeres, mientras
permanecemos aflojados y drogados con mucho “circo” y cada vez
menos pan.
b) También aquí,
condenamos, con toda contundencia, cualquier tipo de violencia contra
las personas y toda discriminación injusta; con toda la Iglesia
queremos continuar prestando ayuda a todos, con verdaderas entrañas
de misericordia, sin juzgar a las personas (Cf. Papa Francisco,
28-7-2013). Pero ¿qué significa en realidad “pleno disfrute y
ejercicio de derechos por parte de personas gays, lesbianas,
bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI) y la eliminación de
todas las formas de discriminación”? La respuesta es: promoción
universal de la llamada “ideología de género” y de las teorías
queer, así como de su particular interpretación del concepto de
“empoderamiento LGBTIQ”; derechos sexuales de los menores, así
llamados, LGBTIQ, tal y como se definen por la IPPF y por la WAS;
derecho desde los 0 años a “explorar” la identidad
sexual; derecho a partir de los 4 años a recibir
información sobre las “relaciones del mismo sexo”...
Estamos vendiendo, por un
“plato de lentejas”, el proyecto de Dios sobre sus hijos: a) el
amor y respeto a toda vida humana; b) la belleza de la igual
dignidad, pero también de la diferencia entre el varón y la mujer;
y c) la hermosura de la familia de fundación matrimonial entre un
solo hombre y una sola mujer. Esto no solo está aconteciendo en
España, se trata de un humillante vasallaje global ante el poder del
dinero, y por ello recientemente (25-11-2014) el Papa Francisco
advertía: «Mantener viva la realidad de las democracias es un reto
de este momento histórico, evitando que su fuerza real – fuerza
política expresiva de los pueblos – sea desplazada ante las
presiones de intereses multinacionales no universales, que las hacen
más débiles y las trasforman en sistemas uniformadores de poder
financiero al servicio de imperios desconocidos. Este es un reto que
hoy la historia nos ofrece».
«La muerte de Dios en el
corazón y en la vida de los hombres es la muerte del hombre» (San
Juan Pablo II, 11-5-1980): la peor de las corrupciones
Si matar a un inocente
no-nacido se reconoce por la “leyes” como un derecho, toda
corrupción o iniquidad es posible, tanto en el ámbito público como
en el privado. Pero atención, para poder matar a un hermano antes
hay que matar a Dios (al Padre), o venderlo: ambas cosas hemos hecho.
¡Tanto podríamos decir sobre esto! Que a nadie le extrañe, pues,
la situación en la que se encuentra postrada España y buena parte
del mundo. Ni los actuales partidos mayoritarios, ni los nuevos de
corte marxista que, parece que emergen con gran ímpetu, respetan
integralmente la dignidad de la vida humana, del matrimonio y de la
familia.
La verdadera respuesta a
esta situación pasa por la regeneración moral de nuestro pueblo
fruto de una nueva evangelización: proponer con amor y verdad a
Cristo, pues «el misterio del hombre sólo se esclarece en el
misterio del Verbo encarnado» (Concilio Vaticano II, Gaudium et
spes, 22). Es urgente promover la gestación de auténticos
cristianos y de familias católicas (la Iniciación Cristiana de
Adultos según el modelo del Catecumenado Bautismal) capaces de
impulsar una cultura respetuosa con la vida, el matrimonio y la
familia.
Nadie debe dudar que
estamos ante una situación de emergencia política. Esta situación
está reclamando del laicado católico que sepa organizarse para
ofrecer una lúcida respuesta en el campo cultural, en los medios de
comunicación y en la política. No hacerlo en estos momentos supone
un verdadero pecado de omisión.
Hay esperanza
Solo el nacimiento de
Jesús, que estamos celebrando, le devuelve a cada persona su
dignidad intransferible y la respalda con su alianza de amor para que
no se pierda ninguno, especialmente los más pequeños, empobrecidos
y sufrientes. En cambio, todas las ideologías ponen las personas al
servicio de sus ambiciones, siempre vinculadas al poder y al dinero;
lo hacen, según los casos, en nombre del “pueblo”, del
“proletariado”, de la llamada “sociedad del bienestar”, o del
llamado “interés general”. Han olvidado miserablemente que el
fin de la sociedad es el “bien común”, que pasa necesariamente
por la atención y cuidado de cada persona, y por el desarrollo y
educación de la misma, para hacerla capaz de su verdadero destino,
de nuestro verdadero destino: Dios revelado como Amor.
Una gran batalla
En todo caso, hay que insistir en que quienes rinden culto a moloc y a mammona – la cultura de la muerte y la idolatría del dinero ‒ siempre van de la mano y sirven al Amo de este mundo.
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