Familia...

Familia, amistad, felicidad... Dicen que la felicidad consiste en amar y en sentirse amado. No en tener dinero, no en tener salud, no en ser fuerte, no en ser poderoso. Son demasiados los casos de gente rica poderosa, lista y sana que son desgraciados. Jesucristo, que es mi modelo, lo dice bien claro: "que os améis los unos a los otros como yo os he amado". Para mi esta es la clave, no digo que sea fácil, ni corriente, sino que es la clave. Vale la pena cultivar la planta del amor. También, por eso es tan buena la familia y los amigos de verdad, porque por medio hay cariño, afecto, confianza, sacrificio, que son distintas formas del amor. El amor de Jesucristo por los seres humanos es tan grande que nos deja acomplejados, pero ese es el camino, y eso es lo que yo intento seguir.

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