¡VIVA TÚNEZ!
¡Asombroso!
Quizá sea mi formación científica la que me impide ver como "lo
normal" cambios copernicanos que se producen en la sociedad
delante de nuestras narices, y la verdad es que llevamos un buen
número de estos cambios en las ultimas décadas.
Ahora
es Túnez la que me asombra... ¡No es normal! Nada de normal. De
pronto un país musulmán del Magreb, con un pasado reciente de
dictadura, aprueba una nueva Constitución en la que se reconoce la
libertad religiosa, la libertad de conciencia, la igualdad de
derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, y elimina el
delito de “apostasía”. ¡No es normal! Y creo que mi entusiasmo
está plenamente justificado. ¡Enhorabuena Túnez! De pronto un país
del Magreb se ha convertido en un verdadero espacio de libertad.
Lógicamente,
el que se apruebe el derecho a la libertad religiosa, no quiere decir
que vaya a ser aceptado en la realidad social así como así. Esperan
décadas de un duro esfuerzo para conquistar esa libertad, pero que
este derecho sea reconocido por la nueva Constitución es un paso de
gigante.
Los
cristianos tunecinos, podrán, con todo derecho construir sus lugares
de culto, organizar instituciones educativas y asistenciales, y
ejercer el culto público como mejor les parezca, dentro del marco
constitucional. Esto era imposible hasta el momento.
Túnez
está haciendo estas reformas en los derechos civiles con su propio
estilo. Aunque se han dejado notar por allí los efluvios de la
"ideología de género", con su visión acientífica y
materialista sobre el ser humano, y con sus manifestaciones
fanáticas, confío en que los valores propiamente árabes de respeto
a la vida, respeto a la intimidad y al decoro, respeto a la familia,
y profunda espiritualidad, contrarresten las tendencias laicistas
-fanatismo laico, y no sana laicidad- que también llegan desde
Occidente.
Desde
luego el pueblo de Túnez ha demostrado que tiene algo muy especial.
Allí empezó la “Primavera árabe”, y allí es donde, de
momento, están teniendo lugar grandes cambios sociales hacia una
situación de mayor libertad y de respeto a los derechos humanos, y
ese desarrollo está teniendo lugar de forma pacífica, después de
los acontecimientos traumáticos iniciales. Túnez se está ganando
el respeto de todos al iniciar y liderar la transición del mundo
árabe desde la tiranía hacia la libertad. ¡Viva Túnez!
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