Cristianos y musulmanes

Octavo centenario del  encuentro de san Francisco con el sultán de Egipto Malik Al-Kamil
Pero, ¿quiénes son los musulmanes? Creo que para saberlo sería conveniente estudiar su cultura, su lengua, su historia. En cuanto a la historia, en España y Portugal hemos tenido una relación de 800 años entre musulmanes y cristianos... ¿Cómo nos fue? ¿Por qué aquellas guerras?¿Por qué la expulsión de los moriscos ya en el siglo XVII? Sí, lo primero que me interesa es la experiencia en esta misma tierra, por nuestros antepasados... Eso ya me da unas garantías de autenticidad en el testimonio... Además, me propongo conocer escritores de la tierra de los árabes en particular, y de los musulmanes en general. No quiero leer libros escritos por un autor de Nueva York, de Madrid o de Berlín, aunque he de reconocer que allí hay verdaderos especialistas..., pero no... Quiero escuchar a la gente de esa tierra y de esa cultura, porque desde la mirada occidental se juzga Oriente y el islam con fuertes prejuicios.

La mayoría aplastante de los autores estudiados -algunos musulmanes, la mayoría ex-musulmanes-, todos nativos de países con mayoría musulmana, testifica que en sus países no existe la libertad religiosa, que se persigue a las personas de otras religiones o a los ateos, y también a los musulmanes de escuelas diferentes. Esto lo cuenta, con muchas pruebas Eulogio de Córdoba y el abad Sansón también de Al-Ándalus, en el siglo IX y X respectivamente y Juan Damasceno, sirio, en el siglo VIII... Y en el siglo XXI son una multitud: Nadia Murad (yazidí) y Raad Salam (católico), irakíes; Asia Bibi (católica), pakistaní; Mario Joseph (católico ex-musulmán), indio; Magdi Cristiano Allam (cristiano ex-musulmán), egipcio-italiano; Marina Nemat, iraní; Ayaan Hirsi Ali, somalí; Joseph Fadelle (católico ex-musulmán), irakí; Marjane Satrapi, iraní; Malala Yusafzai (musulmana), pakistaníIbrahim Alsabagh (católico), sirio...1

Todas estas personas que nombro han dejado por escrito sus testimonios, que nos revelan el sufrimiento, no sólo personal, sino de miles de personas que no tienen voz propia en los medios de comunicación. Han sufrido lo suyo... Todos ellos han huido de su tierra con la muerte tras ellos, o han caído mártires... Juan Damasceno vivió apartado en un monasterio junto a Jerusalén, Eulogio de Córdoba fue martirizado el año 859; Magdi Cristiano Allam se bautizó viviendo en Italia, aunque también allí está amenazado de muerte... Nadia Murad (Nobel de la Paz 2018) vio asesinar a sus padres y a la mayoría de sus hermanos, fue vendida como esclava y sufrió un calvario hasta que consiguió escapar del Da’ash; Raad Salam vive desde hace años en España, pero en Irak fue apaleado por sus profesores (¡!) siendo estudiante de bachillerato, fue encarcelado, fue movilizado en las guerras de Sadam Huseín, y tras la caída de Sadam, por ser católico, le mataron a su padre y a unos 70 mienbros de su familia... Pudo huir vivo... Asia Bibi fue acusada falsamente de “blasfemia” y condenada a muerte. “Blasfemia”, la misma acusación que presentaron contra Jesucristo, curioso, ¿verdad? Ha estado años en la cárcel, hasta que la presión internacional consiguió que fuera indultada y pudiera irse de su propio país. Mario Joseph, tras convertirse, sufrió un intento de asesinato por parte de su propio padre; Ayaan Hirsi Alí huyó a Europa para evitar un matrimonio forzado, y abandonó el islam al concluir que éste es el causante de la desgracia y el estado de atraso y miseria de sus compatriotas. Ahora defiende desde su fundación la creación de leyes que liberen a las mujeres de la MGF, el “matrimonio forzado” y el “asesinato por honor”, que actualmente se sigue practicando en muchas comunidades musulmanas de ¡Occidente! (UK, USA, España…), burlando las leyes que defienden la dignidad humana. Joseph Fadelle y su esposa se convirtieron al catolicismo en su tierra, Irak, y allí empezó una persecución por parte de su familia que les llevó a la cárcel, a las palizas, y, al final, a la emigración forzosa. Y Malala (Nobel de la Paz 2014), musulmana, a los 15 años sufrió un disparo en la cabeza, por un criminal islamista, y también ella, que sobrevivió de milagro, tuvo que expatriarse a Reino Unido. Su pecado había sido fomentar la educación de las niñas en Pakistán.

Como muy bien argumentaba Ayaan Hirsi Alí, no se puede decir que simplemente son unos grupos de exaltados, y que la inmensa mayoría de los musulmanes son razonables y moderados, porque de hecho es en las sociedades de musulmanes aparentemente “moderados”, donde se genera la exaltación y la violencia. Es allí de donde proceden los terroristas. En la mayoría de los casos que he citado, no se trata de terrorismo yihadista, sino de la misma organización del Estado de esos países musulmanes, o de la propia sociedad: familia, sistema educativo, judicatura, policía…

Todos conocemos musulmanes, y seguramente tenemos la experiencia de que son encantadores, y más todavía, en general son profundamente creyentes, creen en la existencia de Dios, piensan que su providencia gobierna el mundo, y aceptan su voluntad en los acontecimientos normales de la vida... Y en todas estas verdades coincido con ellos plenamente. De todas formas debo decir que es sumamente difícil hacerse amigo de un musulmán, y seguramente la culpa la tenga este precepto del Corán: 

¡Oh los que creéis! No toméis a judíos y cristianos por amigos: los unos son amigos de los otros. Quien de entre vosotros los tome por amigos, será uno de ellos. Dios no conduce a la gente injusta” (sura 5, 51).

Los musulmanes son como todos los hombres, hay mucha gente buena, pero el islam no les hace bien, y siempre queda en el aire la amenaza de la radicalización, que, como estamos hartos de ver, transforma a gente pacífica en verdaderos criminales.

El camino del diálogo y conocimiento mutuo, que es el camino propiamente cristiano y el elegido por personajes de grandísima talla como San Francisco de Asís, San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco, va a ser un camino muy largo y muy difícil, pero para eso estamos, que lo fácil lo hace cualquiera. Vuelvo a recordar aquellas palabras iluminadoras que pronunció Juan Pablo desde Roma: “No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo”.

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(1) ALDANA GARCÍA, María Jesús, “Obras completas de san Eulogio; Introducción, traducción y notas” (Universidad de Córdoba 1998).
Magdi Cristiano ALLAM, "Gracias Jesús. Mi conversión del islam al catolicismo".
Ayaan Hirsi ALI, "Nómada” (Barcelona 2011).
Ibrahim ALSABAGH,“Un instante antes del alba” (Madrid 2017).
ANÓNIMO, "Crónica Mozárabe del 754".
Asia BIBI, "¡Sacadme de aquí!" (Madrid 2012).
JUAN DAMASCENO, "La centésima herejía: el Islam", en Toletana 4(Toledo 2001) 31-48.
EULOGIO de CÓRDOBA, "Memorial de los santos".
Joseph FADELLE,"El precio a pagar" (2011).
Mario JOSEPH,“Encontré a Cristo en el Corán” (Madrid 2013).
Mukesh KAPILA,“Objetivo Darfur” (2012).
Marina NEMAT,"La prisionera de Teherán" (2008).
Nadia MURAD,“The Last Girl” (London 2017).
Raad SALAM NAAMAN,“Los Primeros Cristianos. Los cristianos orientales” (Madrid 2019).
Samir Khalil SAMIR, “Cien preguntas sobre el islam (Nuevo ensayo)” (2016).
ABAD SANSÓN, "Apologético". (Edición de PALACIODS ROYÁN, J., Akal, col. "Clásicos Latinos Medievales, Madrid 1998).
Marjane SATRAPI,“Persépolis” (París 2012).
F. J. SIMONET, “Historia de los mozárabes de España” (Madrid 1987).
Malala YOUSAFZAI, “Malala. Mi historia” (Madrid 2014).

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